
Casa Looveld por Studio Puisto
Como el mito del ave Fénix que se consume cada 500 años por el fuego para luego resurgir de sus cenizas esta vivienda holandesa comienza con un incendio, el de una casa centenaria. Aunque el fuego fue una experiencia traumática, la familia se repuso pronto y decidió verlo como una oportunidad para construir una nueva vivienda con todo aquello que la vieja casa no les daba. Así es como surge el proyecto de la casa Looveld del pequeño estudio finlandés Studio Puisto.
En lugar de construir una réplica de la clásica casa de campo, el estudio optó por diseñar una vivienda contemporánea dividida en tres volúmenes de madera oscura para proporcionar una clara separación entre los espacios comunes y aquellos más privados. Los bloques están colocados de manera ortogonal, convergiendo en el centro, donde encontramos un gran comedor en un espacio de doble altura. En todas las fachadas encontramos finas tiras verticales de madera oscurecida, en un intento de que la vivienda se mezcle con el entorno arbolado.
“La nueva casa abraza el paisaje y hace de la interacción con el entorno su activo más importante, tanto en el exterior como en el interior de la vivienda”.
Para acelerar el proceso de construcción, gran parte de la vivienda está construida utilizando elementos prefabricados. De los bloques en los que está compuesta la vivienda, el primero de ellos en la planta baja, está ocupado por el salón, la cocina y el comedor, mientras que el otro bloque está ocupado por un dormitorio, espacios públicos y un pasillo que conduce a un patio en sombra gracias al voladizo de la planta superior.
La casa está diseñada para conservar tanta energía como sea posible, y gracias a su aislamiento, a los colectores térmicos solares y a sus sistemas de recuperación de calor solo necesita una fuente de calor externa en los días más fríos del invierno.